Desvaríos de una lechuga <$BlogRSDUrl$>

domingo, marzo 21, 2004

Buenos dias por la mañana 

Jack


Escribo, escribo, tengo que escribir, puedo escribir lo de siempre, cuentos de niñas y niños, de princesas y príncipes, de reyes, reinas, algodón, sentimientos, caderas o moños; de ojos verdes, suicidios, o plazas atiborradas de gente que no existe, que no es; de cosas que están inventadas o cosas que también lo están ya, pero no se nota tanto; de gatos, ninfas, prostitutas, ángeles u orientales tramposos. Da lo mismo, simplemente tengo que escribir sobre algo. De todas formas, lo mismo da lo que escriba, en el fondo siempre dejo las historias inacabadas. Puede ser que no sé cómo terminarlas porque no me gusta poner la palabra "fin", pero creo que más bien es porque las historias nunca se acaban, no eso dicen. Al fin y al cabo, qué había en la otra plaza a la que fue la niña?, qué fue del gato y el gótico, del granjero, de las gemelas o del gilipollas?, qué hizo ella despues de funeral? o por qué lloraba realmente?, dónde fueron la Muerte y la Vida?, llegó la niña a su casa? intentó buscar la tienda de nuevo, desapareció el algodón? qué fue de aquel niño? dónde huyó la gente?, y un sinfín más de preguntas, si respondes a cada una de ellas se te formularán más, y así sigue y sigue, por eso cuando alguien me dice (y me lo dicen a menudo) que mis historias no acaban bien, que no tienen conclusión, yo pienso que da lo mismo lo que escriba, pues de todas formas no van a acabar. Hasta se me quitan las ganas de escribir, pero hoy necesito escribir y no sé por qué, y lo único que consigo es escribir cuatro ralladas que a nadie le interesan y que luego colgaré en mi blog para que venga la misma persona que me dice que mis historias no concluyen a decirme que lo que digo no tiene sentido, y me lo explicará como le parece, y es que tiene una forma de expresarse que te quita todos los argumentos de la boca y tienes que decir que sí a todo lo que dice, porque llega un momento en que todo o demás es absurdo, sólo lo suyo tiene sentido, lo mismo da que tú al principio pensaras lo contrario. Hará eso, o bien decir que está de acuerdo y de pronto se lo vuelve a leer y difiere, cambia tanto de opinión, aunque luego es muy cabezota, ya se sabe, y esa otra opción lleva irremediablemente a la primera. Pero bueno, tu aun así sigues en tus trece, dejas lo que habias puesto, aunque más por no tener ganas de cambiarlo que por que ya no opines como esa persona, así se puede decir que realmente no estás en tus trece, simplemente dos comentarios te han hecho cambiar de opinión pero eres demasiado vaga para hacerlo notar. Y así se escribe la historia, y deberia estar prohibido que la gente aburrida escribiese, porque ya veis lo que sale... en fin, como siempre, no hace falta que lo leais

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